Las fuentes de Sol

Las fuentes de Sol

El 31 de agosto de 2023 comenzó a manar agua la nueva fuente de la Puerta del Sol. Lámina, como la denominaron los arquitectos. Carlos III tiene ya a sus pies un gran vaso ovalado de granito donde vierte el agua que mana de unos chorros, de momento poco potentes. Al caer la noche también se puede apreciar la tenue iluminación que sale de debajo del agua. La estatua ecuestre queda bastante en penumbra.

 

Ya en el siglo XVII existía una fuente monumental (a la par que de suministro público) en la Puerta del Sol, entre las calles de Alcalá y la carrera de San Jerónimo. Era la popularmente conocida como del Buen Suceso y estaba coronada por la figura que conocemos como Mariblanca y cuya réplica sigue en la plaza, cambiando de ubicación cada cierto tiempo. Con las últimas obras se ha desplazado unos 15 metros de su anterior posición. La Mariblanca original está en el vestíbulo del Ayuntamiento histórico.

Ya en el siglo XIX se traslado a Sol el surtidor que se había construido en la glorieta de San Bernardo para conmemorar la traída de aguas por el Canal de Isabel II en 1858. Ese surtidor (‘un río puesto en pie…’ que decía Manuel Fernández González) regaba inmisericorde los días de viento, a los peatones que, desprevenidos, paseaban a su alrededor. Entrado el siglo XX el surtidor se llevó a la glorieta de Cuatro Caminos.

Aun en la épocas de aparcamiento y tráfico intenso en Sol, hubo fuentes en la plaza. Todas fueron desapareciendo en las últimas décadas. Dos de ellas, diseñadas por Herrero Palacios, que estuvieron en el centro, en una isleta con circulación alrededor, fueron desmontadas y llevadas al bulevar García Lorca de Vallecas en 1981.

Las sucesivas reformas para aumentar la superficie peatonal, o la ampliación de las estaciones subterráneas, mantuvieron las últimas fuentes circulares, ya sin tráfico alrededor, que desaparecieron hace poco más de un año.

Cuando se presentó el proyecto ganador -de José Ignacio Linazasoro y Ricardo Sánchez – entre las actuaciones que contemplaba estaba el traslado del monumento a Carlos III para situarlo sobre una lámina de agua. Era la única fuente que iba a tener la nueva Puerta del Sol.

El traslado de la estatua ecuestre y su pedestal se produjo ya hace más de cuatro meses. Desde entonces, y mientras se liberaban para el peatón zonas de la plaza, los operarios han trabajado en el complicado entramado de fontanería e iluminación para la llamada lámina. Con el final de agosto también ha terminado la ambiciosa reforma (y van…) del centro de la Capital. Queda por ver si, finalmente, la conocida como ‘ballena’ de entrada al metro y cercanías es reemplazada. Parece que depende de la autorización de ADIF. Quedan algunos trabajos menores en la plaza de Pontejos (¡Por dios, que limpien el busto del viudo de excrementos de paloma!) y en las calles que convergen en Sol. La información inicial decía que las obras durarían un año (han sido 17 meses) con un coste superior a los diez millones de euros.

La nueva fuente va a exigir mantenimiento constante. Es fácilmente accesible para cualquier peatón y tiene todas las papeletas para convertirse en una gran papelera, sobre todo tras las aglomeraciones que, tarde y noche, se producen en Sol.

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