La gaita asturiana crea historia con su primera promoción de titulados superiores

La gaita asturiana crea historia con su primera promoción de titulados superiores

Sonaron piezas de todo tipo: tradicionales –como el Floreo de Remis, o la muñeira de Barganaz acompañada al tambor–; otras de composición propia, con acompañamiento al piano de Sonsoles Rodríguez Granda; obras con electroacústica, como 'Xana' del profesor Jorge Carrillo, que de hecho fue la primera obra que se oyó a las 9 de la mañana; o 'Zero', de María Mendoza, la obra obligada para los tres alumnos.

Y con esa expresión de versatilidad del instrumento más asturiano se rubricaba “un día histórico”. El día en el que sonaron los conciertos finales de la primera promoción de gaita asturiana del Conservatorio Superior de Música del Principado de Asturias 'Eduardo Martínez Torner' (Consmupa). “La guinda a cuatro años de estudios superiores y catorce años de estudios oficiales”, contaba Daniel Meré, uno de los tres gaiteros protagonistas de la jornada. La promoción la componen, además, Marco Antonio Guardado del Valle y Fabián Fernández Fernández.

“Es un día histórico porque finaliza un largo proceso que se inició hace más de 25 años con la introducción de las primeras escuelas de música tradicional para la formación de los gaiteros; luego siguieron los estudios reglados de grado elemental y de grado profesional y ahora, por fin, Asturias tiene su primera generación de gaiteros con titulación superior. Con la misma consideración que otras similares: con la consideración que puede tener un titulado en arquitectura, un ingeniero o un violinista”, expresaba con emoción Fernando Agüeria.

La titulación, que se implantó siendo consejero de Educación Genaro Alonso, era una deuda pendiente de la región con sus músicos tradicionales y así lo recalcó Agüeria. “Los estudios superiores fueron la reivindicación de varias generaciones de gaiteros y ahora son una realidad. Sólo se pedía que pudiéramos tener lo que los gallegos ya tienen desde hace años, o los vascos, o los sevillanos, que hace tiempo que tienen reconocida su titulación en Interpretación-Instrumentos de la música tradicional y popular”.

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Daniel Meré Fernández, 25 años, de Bañugues, el más joven de los protagonistas del día, dejaba clara su satisfacción por la jornada que estaba viviendo y era plenamente consciente de que “somos pioneros. Con este paso logramos que se sitúe a la gaita asturiana al mismo nivel de exigencia que cualquiera de los demás instrumentos del Conservatorio. Creo que es algo que indudablemente da prestigio a la gaita y a los gaiteros”. Fabián Fernández, llanerense de 28 años, lleva estudiando música desde hace 24 años y tocando la gaita, en concreto, “22 o 23 años”. La de ahora no será su primera licenciatura musical ya que, mientras esperaba por el grado superior de gaita que no llegaba, se sacó la de Historia y Ciencia de la Música.

Sostiene que en estos cuatro años de formación superior lo que ha podido constatar y hacer ver a otros músicos es que “la gaita no es un instrumento menor, ni tiene más ni menos limitaciones que cualquier otro”. Que se lo digan a él, que tutela dos bandas, una de ellas una brass band donde la gaita le sigue el paso a los metales y la percusión. “Sabíamos desde el primer día que estábamos abriendo camino”, dice Fabián Fernández.

El más veterano de los casi recién licenciados es Marco Antonio Guardado del Valle, un sotobarquense de 37 años que, lo que son las cosas, fue profesor de Fabián Fernández y Daniel Meré en el grado profesional. “Esta jornada ha sido muy ilusionante y lo es más por el placer de titularme con ellos, que fueron mis alumnos hace años”, decía Guardado, un gaitero que mientras esperaba por el grado superior que no llegaba se tituló en percusión.

Los tres manifiestan, también, la necesidad de que la gaita siga avanzando como lo haría cualquier otro instrumento. Y eso supone, insisten, en que se de a los titulados una posibilidad de salida profesional similar como a otros instrumentistas. “Estamos formados al más alto nivel y nos faltan peldaños por subir”, dicen. Sueñan con que se formen bandas de gaitas oficiales para músicos titulados. “Igual que Asturias tiene una OSPA, podría tener una banda de gaitas; o orquestas profesionales que incorporen a nuestro instrumento”. Ahí queda.