La nueva exposición temporal del Palacio de Liria descubre a la emperatriz Eugenia de Montijo

La nueva exposición temporal del Palacio de Liria descubre a la emperatriz Eugenia de Montijo

El Palacio de Liria acoge a partir del 25 de mayo una visita temática en la que invita a los madrileños y visitantes a conocer la historia y el legado de Eugenia de Montijo. A través de los cuadros, muebles, porcelanas y objetos personales que alberga la colección de la Casa de Alba se podrá conocer mejor la figura de esta mujer granadina que llegó a ser emperatriz de Francia.

Las visitas estarán organizadas en grupos reducidos acompañados por un guía presencial. En ellas podrán verse piezas seleccionadas de su colección particular y aquellas relacionadas con el Segundo Imperio Francés, vislumbrando su biografía y resumiendo su carácter y acciones más relevantes. El recorrido por el palacio rinde homenaje a la emperatriz francesa un año después del centenario de su fallecimiento, el 11 de julio de 1920, con más de 80 obras que incluyen piezas hasta ahora no expuestas y obras invitadas procedentes del Palacio de Las Dueñas (Sevilla).

Se trata de un itinerario expositivo compuesto por los objetos de la entonces emperatriz, y que legó a su sobrino nieto, Jacobo Fitz-James Stuart y Falcó. La muestra incluye obras pictóricas de autores tan relevantes como Winterhalter, Sorolla o Madrazo, porcelanas de Sèvres, esculturas, artes decorativas, mobiliario y documentos, muchos de ellos incluidos de manera permanente en la exposición de la fundación. El Palacio también ha abierto al público dos salas que habitualmente permanecen cerradas al recorrido.

La Fundación Casa de Alba define a Eugenia de Montijo como una mujer “culta, refinada e influyente” cuyo legado está unido al de los Alba a través del vínculo con su hermana, Francisca de Sales Portocarrero, XV duquesa de Alba. Nacida en Granada en 1826, Eugenia fue una aristócrata española que llegó a convertirse en emperatriz consorte de los franceses al casarse con Napoleón III en 1853. Ferviente católica, jugó un papel importante en la política gala, fue mecenas de escritores, poetas y pintores de la época, referente en el mundo de la moda y defensora de los más desfavorecidos.

Tras el derrocamiento del emperador, se exilió a Inglaterra y, una vez en España, residió en el Palacio de Liria hasta su muerte en 1920, al estar emparentada con la Casa de Alba, a quien legó gran parte de su herencia. Así, una vez que en 2019 el Palacio de Liria abriese sus puertas de manera permanente como museo, y ahora que ha reformado su itinerario y se ha adaptado a los nuevos protocolos sanitarios, el visitante podrá acercarse al personaje de Eugenia de Montijo.