Unos 120.000 árboles en Madrid no sobreviven a Filomena tras caerse o ser talados

Unos 120.000 árboles en Madrid no sobreviven a Filomena tras caerse o ser talados

Después del paso de Filomena por Madrid, muchos árboles quedaron dañados. El delegado de Medio Ambiente y Movilidad, Borja Carabante, ha detallado que unos 120.000 árboles “no se van a poder recuperar” tras los daños ocasionados por la histórica nevada. Así, este número de ejemplares no sobrevivirá al temporal tras haberse caído o ser talados. 

Unos 100.000 de esos árboles se encuentran en la Casa de Campo y se corresponden con pinos, la especie más afectada por la borrasca. Carabante ha cifrado en 800.000 los árboles que han sufrido daños, un 45% de los 1,7 millones que se contabilizan en la capital.

De estos 800.000, uno 300.000 se encuentran en parques, 150.000 en el viario de alineación y el resto en la Casa de Campo, donde cerca de medio millón de árboles presentan algún tipo de afección, ha detallado Carabante a petición del PSOE y Vox. 

Por su parte, Vox ha registrado una proposición para constituir un consejo asesor de expertos independiente en el que se aborde un plan de reforestación a corto, medio y largo plazo para la ciudad. Tanto el delegado de Medio Ambiente como el Partido Socialista han avanzado que apoyarán la creación de este órgano. 

Además, el edil socialista Ignacio Benito ha cuestionado por qué en otras comunidades autónomas que también sufrieron las inclemencias de Filomena no se ha registrado un volumen de daños en el arbolado similar al de Madrid. El concejal lo ha atribuido a que muchos ejemplares de la ciudad “tienen hongos, no han sido sometidos a controles antiplagas o crecen en terrenos no apropiados y eso los hace vulnerables”. En consecuencia, ha apuntado que “urge un plan de saneamiento del arbolado” que también vaya acompañado por “un aumento de la hoy mermada plantilla de jardineros”. 

En cambio, Carabante ha mostrado sus “discrepancias” con Ignacio Benito. “No se ha tratado de falta de mantenimiento, sino de unas condiciones meteorológicas a las que el arbolado no estaba acostumbrado”, ha remarcado.