El cierre del primer Vips de Madrid resucita el recuerdo de sus tiendas y librerías abiertas hasta la madrugada

El cierre del primer Vips de Madrid resucita el recuerdo de sus tiendas y librerías abiertas hasta la madrugada

Vecino de Madrid y asiduo al Vips de la plaza de los Cubos (oficialmente en la calle Princesa) o al de la glorieta de Quevedo, unas semanas después de que la cadena española de origen mexicano anuncie el cierre de su primer local en la capital. El de la calle Julían Romea, en Chamberí, supuso en 1969 el pistoletazo de salido a una marca que supo integrase con la idiosincrasia madrileña.

“Perdonen las molestias por no volver a servir tortitas en este local”, colgaba un cartel colgado en el escaparate del espacio el pasado 27 de julio, cuando bajo la persiana de forma sorpresiva. 

En todos ellos, eso sí, permanece una ausencia que los que eran habituales de Vips desde los setenta, ochenta, noventa o los dos mil no dejan de percibir. Una nostalgia que golpea de nuevo con esta clausura: la de las zonas de estos locales dedicadas a tienda y librería, que complementaban a unos servicos de restauración que acabaron comiéndose todo. Así lo exponía la propia empresa en X (por entonces Twiiter) al anunciar la remodelación de la sede de Julián Romea.

 Vivió en Madrid de 2004 a 2006 y luego se instaló definitivamente en 2008, por lo que conoció la época de esplendor de estas tiendas y su posterior declive hasta el desmantelamiento. “Como librería tenía una selección aceptable, bastante mejor que la de cualquier librería de estación de tren, por ejemplo, y con un interesante hueco dedicado a libros de saldo”, destaca. También lo recuerda como “un sitio particularmente interesante para regalos de última hora”.