Eva Ruíz Gonzalez, Concejal de Valdemorillo en clausura de la Ruta del Garbanzo 2025.
Valdemorillo es un municipio y localidad española del oeste de la Comunidad de Madrid. El término municipal, con una población de 14 164 habitantes.
La existencia de Valdemorillo solo está documentada desde el año 1302, reinando Fernando IV, apareciendo con el nombre de Val del Moriello quedando citado en el Libro de la Montería de Alfonso XI (1342).2 La historia de Valdemorillo se vincula a la desaparecida aldea de Valmayor, de la que apenas queda constancia, más allá de la utilización de su topónimo para designar al embalse homónimo, así como una ermita. Ambos núcleos urbanos desarrollaron una intensa actividad ceramista, dada la existencia de abundantes yacimientos arcillosos en la cuenca del río Aulencia. Fue territorio integrante del Sexmo de Casarrubios dentro de la comunidad de ciudad y tierra de Segovia a la que perteneció hasta la división provincial de 1833.
Durante la Edad Media, Valdemorillo integraba varias fábricas de tejas, ladrillos y cacharrería, al tiempo que sus montes eran utilizados como cazaderos por diferentes reyes castellanos, caso de Juan II y Enrique IV. Fue repoblado por pastores segovianos.
La construcción del Monasterio de El Escorial, en el siglo XVI, fue mal recibida por los lugareños, que vieron cómo parte de sus tierras eran absorbidas por el Real Sitio y las aguas de sus arroyos desviadas a los jardines y fincas escurialenses. En cualquier caso, los beneficios conseguidos fueron mucho mayores, ya que enseguida floreció una potente industria hostelera, que cubría las necesidades de pernoctación de los obreros, funcionarios y cortesanos que se dirigían a El Escorial desde Madrid.
El 2 y 3 de febrero de 1574 el pueblo dio cobijo a la comitiva que portaba los restos mortales del emperador Carlos I, padre de Felipe II, que iban a ser trasladados al panteón real del Monasterio de El Escorial. Durante el reinado de Felipe III, se construyeron tres pabellones de caza en los parajes de Valdequemado, de la Casa del Pino y de la Casa de los Llanos, para uso real. En 1628, Felipe IV concedió al pueblo el privilegio de villazgo. El siglo XVIII marcó el inicio de la decadencia de Valdemorillo, cuyo término dejó de ser frecuentado por los reyes a efectos cinegéticos. Pese a ello, aún siguió produciendo cerámica, al tiempo que se desarrollaron otras actividades económicas. Es el caso de sus canteras de granito, de las que salieron los sillares de la basílica de San Francisco el Grande, y de sus minas de caolín, explotadas por la Sociedad de Aulencia, Falcó y Cía. con su fábrica de loza fina, constituida a mediados del siglo XIX, en 1845 fue el motor económico de la población hasta la guerra civil de 1936.
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