LA “PASTORADA” o “CORDERADA” de MORADILLO DE ROA y FUENTECÉN
Las misas de pastores o “pastoradas” no fueron muy comunes por estas tierras burgalesas, aún siendo una zona eminentemente pastoril.
No olvidemos nuestra relación con el Honrado Concejo de la Mesta que rigió los destinos de miles de cabezas de ganado merino que pastearon en
las sierras altas de Burgos y Soria, en lugares tan emblemáticos para nuestra provincia como la denominada Comunidad de Patria, en el Valle de Valdelaguna.
Curiosamente donde sí hemos podido encontrar una misa de estas características ha sido en el histórico “Valle del Cuco”, enclavado en la Ribera del Duero, en el sur de la provincia, donde los rebaños de ovejas churras campaban a lo largo y ancho de las vegas del río Riaza.
Fueron dos pastores de la villa de Fuentecén los que nos transmitieron este conjunto de temas que ellos mismos habían representado de jóvenes en la iglesia de su pueblo junto a otros pastores de la localidad en la denominada Misa del Gallo, la noche de Nochebuena, habiéndolo a su vez aprendido de un viejo pastor de la localidad de Moradillo de Roa.
Si entendemos la “pastorada” como una representación propiamente dicha al estilo de las encontradas en otras zonas leonesas o aragonesas, donde los diálogos y las escenas son el nexo común, esta no sería una de ellas. El origen medieval de estas pastoradas es muy difícil de probar,
entre otras cosas porque los textos disponibles hoy han ido recreándose a través del tiempo y presentan capas muy gruesas de modernización..
El caso que nos ocupa corresponde al modelo de misa donde se van desgranando temas perfectamente estructurados, y que van recorriendo los hechos acaecidos a la familia de Belén.
Curiosamente, algunos de estos temas tienen variantes en otras
localidades de la zona, lo que nos hace pensar que hubo varias de estas misas en la comarca, ya perdidas, de las que quedaron resquicios de villancicos que siguieron utilizándose en épocas de navidad.
El desarrollo de la pastorada era el siguiente:
Antes del comienzo de la Misa del Gallo el conjunto de pastores perfectamente organizados y revestidos con sus trajes, con el mayoral y el rabadán a la cabeza, y el resto de compañeros, salían en busca del
sacerdote para acompañarle al templo.
A la puerta de la casa rectoral, esto es, la casa del señor cura, se cantaba un tema para invitarle a salir.
Durante el recorrido hacia la iglesia se cantaban los gozos.
A la entrada de la iglesia se entonaban unas coplas de bienvenida.
Al llegar a la pila del agua bendita se entonaba un villancico.
Al llegar al presbiterio se entonaba otro villancico. Allí quedaban los pastores rodeando al sacerdote durante la misa.
Durante el ofertorio se desgranaba otro villancico.
Después de la comunión se entonaba el antiguo villancico de El Misterio. Durante la adoración del Niño se cantaba otro villancico y otro tema de
gozos.
Terminada la misa, los pastores se despedían igualmente dando las gracias con una canción, momento en que todo el pueblo salía de la iglesia.
La Pastorada finalizaba con el arcaico canto de “la loba parda” a las
puertas del templo.
La “Pastorada o Corderada” fue recogida en febrero de 1994 a Graciano Cancela Valdivielso, nacido en 1931, y a Vicente Domínguez Guijarro, nacido en 1928, ambos oriundos y vecinos de la localidad ribereña de Fuentecén, por Alfonso Díez Ausin, durante la campaña de recopilación de material para la composición del Nuevo Cancionero Popular de Burgos, escrito por el etnomusicólogo Miguel Manzano por encargo de la Exma. Diputación Provincial de Burgos, siendo uno de los cancioneros
más extensos y completos de los publicados en la Península, pues sus siete tomos conforman una colección única y exhaustiva del rico patrimonio etnomusical de la Provincia de Burgos.
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