La exposición 'Calabazas' vuelve al Real Jardín Botánico

La exposición 'Calabazas' vuelve al Real Jardín Botánico

El Real Jardín Botánico del Consejo Superior de Investigaciones Científicas acaba de inaugurar 'Calabazas', una muestra organizada por la Unidad de Jardinería y Arbolado que recoge una selección de especies y sus diversos cultivares de las calabazas que se plantan en el huerto del Real Jardín Botánico.

Este es el octavo año consecutivo que se celebra esta tradición y el segundo que la exposición repite ubicación en la entrada del invernadero de exhibición Santiago Castroviejo. El objetivo de esta actividad educativo-divulgativa es dar a conocer aproximadamente 30 cultivares distintos de la infinidad que tienen estos géneros, más allá de su relación con la fiesta de Halloween que se celebrará en unos días.

En total, según señala el jardinero Eustaquio Bote, “para la muestra se han seleccionado más de 300 calabazas de todas las formas, tamaños y colores que juntas superan los dos mil kilos de este voluminoso fruto, pero, al mismo tiempo, otras muchas calabazas siguen estando en el huerto para que el visitante aprecie cómo y dónde se cultivan”.

Cultivos singulares y curiosos

Originaria de América (Cucurbita) y de África (Lagenaria), aunque su cultivo está muy extendido por otras zonas del mundo, la calabaza es una herbácea rastrera de la familia de las cucurbitáceas. Generalmente esférico, de corteza gruesa y carne pulposa con multitud de semillas, tiene un 90 por ciento de agua, muy pocas grasas y azúcares. Entre las especies y sus diversos cultivares encontramos prácticamente todos los colores: rojo, verde, amarillo, negro, gris, blanco o naranja, sucediendo de igual manera con las formas: de botella, alargada, redonda, lisa o rugosa.

Los visitantes pueden disfrutar de cultivares tan curiosos y singulares como 'bip max', 'maza de Hércules', 'cabello de ángel', la clásica 'calabaza de Halloween' o la tradicional y querida 'calabaza del peregrino', toda una institución dentro de la variedad de ejemplares por la historia que encierra y que los más pequeños, cuando la contemplan, bautizan cariñosamente como "cantimplora" o "pera gigante". Igualmente repiten presencia, ejemplares de dos géneros y especies diferentes, calabaza luffa, conocida como ‘esponja’, y de Telfairia occidentalis (calabaza costillada o acanalada), que en años anteriores no llegaron a fructificar en el Jardín.

En general, la exposición, según apunta Eustaquio Bote, “gusta mucho” y, además, nos cuenta que, “por fin he conseguido saber por qué a uno de los cultivares conocido como 'Peter Pan' se le da este nombre. Al ser una calabaza plana, no tiene sombra, como el famoso personaje creado por el escritor escocés James Matthew Barrie que tanta fama le dio después Walt Disney”.

Las calabazas se muestran clasificadas, según su uso, en comestibles (para humanos y ganado) y ornamentales. Las plantas cuyo fruto es comestible son anuales. Normalmente se emplean en cremas, guisos, potajes o guarnición. La variedad, de color blanco con dibujos verdes y forma esférica más o menos alargada, se la conoce como "Confi­tera de Cidra". Y con su pulpa se prepara el famoso elemento culinario cabello de ángel.

La muestra de calabazas estará abierta al público en el Real Jardín Botánico de 10.00 horas hasta el cierre del RJB durante las próximas semanas hasta que los ejemplares seleccionados ya no estén en condiciones de ser expuestos. Además, estas mismas variedades pueden apreciarse en su huerta.

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